Entra en un mundo en el que el instinto primitivo y la fuerza sexual son los únicos dominantes, la sumisión a la lujuria es la única victoria. Esta categoría presenta la esencia agresiva y sexual de las artes marciales relacionadas con el contacto cercano de cuerpos realizando curvas similares a las de un tango apasionado. La agalla, la pasión y la intención lujuriosa se espera que se entretejen con la lucha libre y se tambalea para formar la escena de lucha tan esperada. Aquí el papel de la esterilla se presenta como un patio de juegos sexual donde cada maniobra resulta en un nuevo espectáculo de agresión desnuda. Esto podría deberse al instinto básico, cableado en cada hombre, de que la competencia es una mera fachada velada para S-E-X.