Es el mundo donde el disfrute es mutuo, donde el reparto es justo e imparcial, y donde la pasión no tiene restricciones. Esto saca a relucir la forma más cruda de liberación sexual por la cual las parejas recorren los cuerpos del otro con mucho celo. Deberías estar listo para tener la idea de la incitación recíproca e interferir y entrelazar las manos, la boca, los cuerpos y todo lo demás. Estas escenas no son más que la muestra de ecualización del placer en la que se ponen a prueba los límites del placer. Hay sexo por placer sin un solo pensamiento sobre una posible consecuencia y donde la pasión con alguien más estalla con el más mínimo contacto. Entra a tu placer en el terreno de juego de la ganancia mutua.