En este video tentador y pervertido, el príncipe Alberto es introducido en una jaula donde está atado y amordazado por su amante. La escena comienza con la amante revelando sus enormes tetas mientras lo provoca con una variedad de juguetes antes de finalmente darle el placer definitivo. A medida que aumenta la tensión, ella comienza a cuestionar su valía y lo empuja a nuevas alturas de éxtasis.