Intenso amor matutino con mi cónyuge

Me desperté con una erección furiosa y un antojo por mi esposa.Sabía que ella ya estaba despierta, así que me dirigí directamente a nuestra habitación, ansiosa por satisfacer mis deseos.Al entrar a la habitación, la vi tumbada allí, sus ojos brillando de anticipación.Ella sabía lo que quería, y no perdió tiempo en darme placer.Empezamos lentamente, saboreándonos el roce, nuestros cuerpos se entrelazaban en un baile tan antiguo como el tiempo.La pasión se intensificaba con cada momento que pasaba, nuestras respiraciones se aceleraban a medida que nos hacíamos más fervientes.La habitación resonaba con nuestros gemidos y jadeos, el sonido de nuestro amor reverberando a través de la casa vacía.Cuando el clímax se acercaba, la embestía más y más fuerte, llenándola con mi semilla.La vista de mi esencia llenándola era el final perfecto a nuestro ritual matutino.Nos quedamos allí, descansando en el brillo posterior, nuestros corazones y cuerpos conectados de la manera más íntima.Era la mejor manera de comenzar el día.