Después de ducharme, me masturbo para darme placer

Después de una ducha caliente, me encontré en un estado de puro deseo.El agua había hecho maravillas para mi cuerpo, haciéndome sentir refrescada y lista para cualquier cosa.Mis pensamientos se voltearon hacia mi miembro palpitante, y no pude resistir las ganas de darme placer.Bajé y comencé a acariciar mi verga dura, mi mano moviéndose en un movimiento rítmico que enviaba olas de placer corriéndose por mi cuerpo.Podía sentir la calidez del agua que aún perduraba en mi piel, lo que se sumaba a la sensación de mi propio tacto.Mi respiración se aceleró mientras seguía acariciando, cada movimiento me acercaba cada vez más al borde.Estaba perdida en el momento, mi mente consumida por el placer que me estaba dando.La vista de mi propia mano subiendo y bajando por mi eje fue suficiente para empujarme por el borde, y dejé escapar un gemido de puro éxtasis al alcanzar mi clímax.