Mi polla de jefe no me satisfacía durante el sexo, así que tuve que usar tres dedos para alcanzar el orgasmo.Mi jefe me pilló y me obligó a chupar su polla.
Trabajando con mi jefe desde hace bastante tiempo y debo admitir que su polla no es nada especial.Así que, cuando nos pusimos calientes y sucios, me decepcionó un poco.Pero, siendo la profesional que soy, decidí fingirlo.Después de todo, teníamos un negocio que correr y no podía permitirme arruinarlo con una mala cogida.Asiii, dejé que siguiera con lo suyo, pero mi mente estaba en otra parte.En realidad me estaba masturbando al ritmo de nuestras folladas.¿Y adivinen qué? ¡Funcionó! Logré alcanzar el orgasmo gracias a mis tres dedos, mientras él era completamente ajeno.Era un viaje salvaje, una aventura loca y, definitivamente, no tu sesión de sexo promedio.