En un atrevido acto de dominio, una esposa despreciada obligó a su esposo infiel a eyacular dentro de ella mientras ella se sentaba sobre él, usando sus manos. Esto marca un importante juego de poder en su relación.
En este cuento tentador, una mujer descubre que su marido le ha sido infiel.Enfurecido y buscando retribución, lo confronta, obligándolo a ponerse de rodillas frente a ella.Con una sonrisa diabólica, toma el control, a horcajadas sobre él y usándolo sus manos para guiarlo profundamente dentro de ella.La vista de su voluptuosa figura, adornada en lencería seductora, es suficiente para hacer débil a cualquiera de rodillas.Al montarlo con abandono salvaje, su cabello largo y delicioso cayendo por su espalda, no puede evitar pensar en su suegro mirando, añadiendo una capa extra de excitación al encuentro.Esto no se trata solo de sexo, de su dominio y humillación, ya que toma el control y muestra a su esposo que está realmente a cargo.