Mi esposo y yo tenemos sexo apasionado después de una ducha fría, resultando en un orgasmo intenso

Después de un largo y caliente baño, mi esposo y yo nos encontramos en el dormitorio, listos para ponernos calientes y sucios.Sus manos recorrían mi cuerpo, trazando cada curva y contorno, antes de que su palpitante miembro encontrara su camino hacia mi ansioso coño.Nuestro apasionado encuentro fue intenso, lleno de gemidos y gruñidos mientras nos explorabamos mutuamente los cuerpos.El agua fría solo había servido para aumentar nuestro deseo, haciendo que cada toque se sintiera aún más eléctrico.Su gran polla negra se resbaló dentro de mí, estirando mis paredes hasta su límite, ya que ambos llegamos al pináculo del placer.La vista de su piel blanca contra mi depilada y oscura piel era un espectáculo para contemplar, ya que los dos llegamos al clímax en una subida de éxtasis.