Cabalgué y ordeñé a mi hermanastro para su voyerismo

Estaba en medio de montar a mi hermanastro cuando lo noté escabulliéndose, con los ojos pegados a la ventana.No pude evitar preguntarme qué estaba haciendo, así que lo confronté.Resulta que me había estado espiando, y como castigo, decidí enseñarle una lección.Lo agaché y tomé el control, montándolo duro y profundo, asegurándome de sentir cada centímetro de mí.Pero eso no fue suficiente.Quería mostrarle todo el alcance de mi enojo, así que le ordeñé allí mismo, justo después de montarlo.Pero la diversión no se detuvo allí.Luego lo volví a montar a horcajadas, esta vez en posición del misionero, aseguiéndome de obtener una buena corrida facial al final.Fue un viaje salvaje, uno que espero que no olvidará pronto.Y en cuanto a mí, estoy bastante seguro de que lo dejé sintiendo un poco más de comprensión de por qué es importante no espiar a tu familia.