Espiando el culo apretado de mi sexy madrastra en licra

Después de que hubiera pasado un tiempo, me encontré una vez más en la misma posición que antes, espiando a mis sexys madrastras a través de la ventana, su apretado culo enfundado en un revelador traje de lyca que no dejaba nada a la imaginación.Era una vista para la vista, una exhibición tentadora de curvas y contornos que me tenían duro como una roca en poco tiempo.La forma en que sus caderas se balanceaban mientras se movía, la forma en que su culo rebotaba con cada paso, bastó con hacer débil a cualquiera en las rodillas.Pero no era solo sobre la vista, se trataba de la emoción de lo prohibido, la excitación de ser atrapado, la prisa de adrenalina que venía con el riesgo.Era un juego que jugamos, un baile que compartíamos, un secreto.Y a medida que continuaba viéndola, para ahorcarla, para espiarla, sabía que solo era cuestión de tiempo antes de que nos pilláramos, antes de que se revelara nuestro secreto.Pero por ahora, me conformaba con solo mirar, para disfrutar de la vista, para saborear el momento.